En la gran mayoría de las entrevistas laborales a las que he acudido en las primeras partes de las mismas me tomaron evaluaciones de tipo psicotécnicas, o bien relacionadas a las mismas. Que el juego del domino, que dibujar la famosa casa, que dibujar un árbol, que dibujar una persona bajo la lluvia, etc. También fui participe de una en la cual una persona (¿Psicóloga? ¿Psiquiatra?, esta última la dudo ya que no me medico nada) se sentaba frente a mí y me iba mostrando una serie de cartulinas (una por vez) con dibujos varios y a libre interpretación, donde yo tenía que ir diciendo lo que me "parecía ver" en dicha "figura/imagen". Me acuerdo de haber dicho en una de las imágenes que veía a dos peces enfrentados. La cara de la chica de sorpresa, fue algo incómodo para mí y ya estaba empezando a sentir que quizás necesitaba una entrevista, pero esta vez no de trabajo, sino con un psicólogo o psicóloga.
El enfrentamiento del siglo XX: Kaspárov vs Deep Blue
Desde los años cincuenta, miles de ingenieros, programadores y matemáticos estuvieron diseñando computadoras y todo tipo de software para hallar una aplicación que pudiera superar la imaginación e intuición de un gran maestro de ajedrez. Esta carrera llegó a su meta en 1997, cuando el poderoso ingenio informático de Deep Blue conseguía lo que no había logrado un jugador de carne y hueso: derrotar a Garry Kaspárov —considerado el mejor ajedrecista de todos los tiempos— en un duelo oficial. El proyecto de investigación de IBM que dio lugar a Deep Blue se había puesto en marcha en 1989, paralelamente a la búsqueda de un procesador que pudiera solucionar los problemas matemáticos más complejos, para luego ser trasladados al tablero de ajedrez. Los resultados que obtuvo la empresa estadounidense hicieron temblar las creencias de quienes confiaban en que las capacidades de una máquina nunca podrían superar a las aptitudes humanas.