Desde que en los años 80 el primer ordenador personal llegara a nuestras manos, los desarrolladores de software comenzaron a implementar las primeras soluciones orientadas a entornos empresariales. En este ámbito empezaban a forjarse las primeras suites ofimáticas, completos paquetes de software que permitían al usuario disponer de las aplicaciones informáticas más usadas en la empresa de una sola vez. Con la aparición de los primeros entornos de escritorio para los PC (léase Windows 3.1), las casas desarrolladoras de aplicaciones entendieron el nuevo giro que tomaba el diseño de programas informáticos y acuñaron términos como el famoso WYSIWYG. La revolución ofimática había comenzado y así apareció el innovador WordPerfect, que durante mucho tiempo fue el procesador de texto más utilizado en todo el mundo.
El enfrentamiento del siglo XX: Kaspárov vs Deep Blue
Desde los años cincuenta, miles de ingenieros, programadores y matemáticos estuvieron diseñando computadoras y todo tipo de software para hallar una aplicación que pudiera superar la imaginación e intuición de un gran maestro de ajedrez. Esta carrera llegó a su meta en 1997, cuando el poderoso ingenio informático de Deep Blue conseguía lo que no había logrado un jugador de carne y hueso: derrotar a Garry Kaspárov —considerado el mejor ajedrecista de todos los tiempos— en un duelo oficial. El proyecto de investigación de IBM que dio lugar a Deep Blue se había puesto en marcha en 1989, paralelamente a la búsqueda de un procesador que pudiera solucionar los problemas matemáticos más complejos, para luego ser trasladados al tablero de ajedrez. Los resultados que obtuvo la empresa estadounidense hicieron temblar las creencias de quienes confiaban en que las capacidades de una máquina nunca podrían superar a las aptitudes humanas.