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Evolución de las consolas de videojuegos

Las cifras que mueve el sector de los videojuegos en general son capaces de marear a cualquiera, lo que les permite rivalizar sin complejo alguno con industrias como la cinematográfica.
Para conocer los orígenes, por ejemplo, de Nintendo, se debe retroceder mucho en el tiempo, concretamente hasta el año 1889, cuando el bisabuelo del presidente del gigante nipón, Fusajiro Yamauchi, fundó en Kyoto una pequeña empresa dedicada a la fabricación de un juego de cartas típico en Japón conocido como «Hanafuda». Lógicamente, la empresa regentada por la familia Yamauchi no afrontó su incursión en el mundo del entretenimiento electrónico hasta mucho más tarde, concretamente en el año 1970.

De esta manera, a continuación, se presentará una lista de las consolas de videojuegos que han ido surgiendo en los años 70 y 80. Se trata de un pequeño resumen con sus principales características y los diversos juegos y/o accesorios que venían acompañados con la consola en cuestión. En los ochenta, por ejemplo, las consolas domésticas de 8 bits campaban por los hogares de medio mundo. Luego, con la oleada de procesadores de 16 bits, el salto cualitativo en cuanto a los gráficos y al sonido fue extraordinario.
Será una primera entrega, lo más sintetizada posible.

Consolas de videojuegos en los 70 y 80

En 1972, la compañía Magnavox lanzaba su consola doméstica Odyssey, que permitía utilizar el televisor para ejecutar diversos juegos tan simples como Pong, llegando a vender 100.000 unidades en sus primeros doce meses de vida.
En 1974, aparece Channel F, la primera consola basada en cartuchos, un estándar que se impondría a partir de entonces.
Del nacimiento de las máquinas recreativas y las posteriores consolas, donde la Atari 2600 fue una de las primeras en aparecer, surgieron máquinas como la Odyssey2, VIC 20 (predecesora del Commodore 64) o la Colecovision, que marcaron una época en el mundo del videojuego y que darían lugar a lo que podríamos llamar una segunda generación.
Máquinas ya legendarias, como, el Commodore 64, el Amstrad CPC o el MSX se llevaron su parte del pastel en los 80. Con sus limitadas posibilidades a la hora de interactuar con el sistema (la ROM albergaba un reducido conjunto de instrucciones y la sintaxis necesaria para poder programar en BASIC), los desarrolladores de todo el mundo comenzaron a hacer realidad sus ideas. Saber un poco de ensamblador para Z80 bastaba para crear juegos que nos hacían pasar horas delante de la televisión de salón.

Nombres como la Nintendo Entertainment System (NES) o la Master System, eran de las consolas de 8 bits más conocidas en todo el mundo, y que iniciarían una larga historia de rivalidad en el campo del videojuego. En poco tiempo llegarían las consolas de 16 bits, comenzando con la TurboGrafx 16. Ésta tuvo un éxito bastante limitado, pero a ella le siguieron dispositivos mucho más famosos como la Super Nintendo y sobre todo la Sega Mega drive, con la opción de la utilización de videojuegos en formato CD. Paralela a esta revolución aparecerían los primeros ordenadores de 16 bits, entre los cuales el Commodore Amiga 500 marcó una época inolvidable.

  • 1976: Atari 2600

    La legendaria Atari, hasta entonces famosa únicamente por sus videojuegos, había lanzado en 1976 su Atari Video Computer System (luego conocida como Atari 2600), una de las primeras consolas domésticas. Sus 128 bytes de memoria y sus 1,19 MHz de velocidad revolucionaron el mercado conocido hasta ese momento.
    En su día, venía acompañada por dos juegos, Pong y Tank, con otros siete disponibles en el mercado a los que se fueron sumando muchos más con el paso de los años. Entre ellos se encontraban algunos clásicos como Space Invaders, Defender, Pitfall (el primero con scroll horizontal), Pole Position o Mario Bros (desarrollado por Nintendo). El sistema de carga adoptado era por medio de cartuchos. Como curiosidad, cabe resaltar el desarrollo de un periférico para ella llamado Mind Link, que se adaptaba a la cabeza y que prometía controlar el software con la mente. No hace falta decir que no llegó a ver la luz porque fallaba bastante más de lo que acertaba.

  • 1980: Game & Watch

    Después del éxito de desarrollos para recreativas (especialmente Donkey Kong), Nintendo decidió llevar sus programas a un nuevo mercado: el de las mini consolas portables. Así es como nacieron, en 1980, los primeros modelos de Game & Watch, que mostraban en una única pantalla (o dos en los más avanzados) títulos muy sencillos a la par que adictivos.
    Poseían la particularidad de contener únicamente un videojuego y, gracias a su relativo bajo precio, no era extraño que una misma persona tuviera en su poder tres o cuatro Game & Watch diferentes. Entre los más conocidos se encontraban Mario Bros, Donkey Kong Jr., Popeye o Donkey Kong 2.

  • 1980: Intelligent Television

    En 1980, intentando destronar al Atari 2600, Mattel lanzaba al mercado su consola Intellivision (Intelligent Television), con mejores gráficos y resolución (160 x 92 puntos y 16 colores), además de introducir un procesador de 16 bits. Con sólo doce juegos comercializados inicialmente, las primeras 200.000 consolas se vendieron en tiempo récord. A pesar de que muchos de los videojuegos eran copias de éxitos de Atari, algunos clásicos memorables que aún se recuerdan son Frogger, Pac Man, Centipede o Dungeons and Dragons.
    El único problema que presentaba era su mando de control, de difícil manejo y muy propenso a romperse. Aun así, se le fue dotando de curiosos periféricos, como un sintetizador de voz, un teclado para crear música, un adaptador para juegos de Atari 2600, o, el más esperado, un adaptador que prometía transformar la consola en un ordenador personal con 64 Kbytes, que lamentablemente fracasó por su alto precio y su escasa fiabilidad.

  • 1982: Colecovision

    Una compañía que se dedicaba a la producción de cuero decidió sumergirse en el sector de las consolas de videojuegos. Se trataba de Colecovision. Lo cierto es que su lanzamiento en el año 1982 dio en el clavo, pues logró destronar a la Atari 2600 al vender 6 millones de unidades en menos de dos años. Su secreto era que contaba con el mejor hardware de la época, que hacía reducir significativamente las distancias entre la calidad de las recreativas y la de las consolas.
    Aparte de los gráficos, Colecovision escondía otra baza importante: los estupendos programas que podían adquirirse para ella; entre ellos, algunos de los más adictivos de la historia, como Donkey Kong, Galaxian, Decathlon o Zaxxon. También se desarrollaron numerosos controladores y periféricos, como un adaptador para juegos de Atari 2600 (que curiosamente costaba casi la mitad que dicha consola).

  • 1982: Atari 5200

    Un mes después del nacimiento de Colecovision, Atari contraatacó con la nueva Atari 5200, basada en el hardware de sus ordenadores personales (concretamente del Atari 400) y con evidentes mejoras gráficas y de potencia con respecto a su predecesora.
    Los títulos que la acompañaban, como DBerzerk!, DMissile Command o DXevious, tenían como punto fuerte su alta jugabilidad, pero ni siquiera eso pudo suplir la falta de calidad de los controles, unos joysticks analógicos de difícil manejo y bastante propensos a estropearse.

  • 1982: Vectrex

    En el año 1982 sale Vectrex, una consola de videojuegos que había sido diseñada para mostrar únicamente gráficos vectoriales gracias a su entonces potente procesador de Motorola a 1,5 MHz. Fue también la primera (y única) que venía acompañada de un monitor de 9 pulgadas en blanco y negro, al cual se le adherían unos plásticos con dibujos de colores para dar la sensación de fondos de pantalla.
    A pesar de que algunas de sus escasas aplicaciones disfrutaban de una jugabilidad bastante elevada, como Space Wars o Cosmic Chasm, la máquina en sí no atrajo la atención del público, ni siquiera por sus llamativos periféricos: un lápiz óptico y unas gafas para visión 3D.

  • 1982: Commodore 64

    Tras la buena acogida que habían tenido los microordenadores básicos que la firma Commodore lanzó a finales de los setenta y principios de los ochenta (CBM PET y VIC 20), en 1982 decidió dar un paso más y sacar a la venta su gran apuesta: el nuevo Commodore 64. Basado en un procesador 6510 a 1 MHz apoyado por un coprocesador de video y otro de audio y dotado de 16 Kbytes de RAM, 20 Kbytes de ROM, paleta de 16 colores simultáneos y 3 canales de sonido, se convirtió en uno de los primeros en tener tal calidad gráfica y sonora. De hecho, la mayoría de los juegos que se desarrollaban para varias plataformas solían tener mejor aspecto en el Commodore 64; por citar algunos: Sabre Wulf, Barbarian, The Last Ninja o Match Day II.
    Su gran aceptación le llevó a vender cerca de 20 millones de unidades y en 1985 fue sustituido por su sucesor, el Commodore 128, con el doble de potencia y 128 Kbytes de RAM, que, sin embargo, no tuvo demasiada aceptación. Entre los múltiples emuladores existentes de Commodore 64, destaca sin duda alguna CCS64 para Windows, capaz de ejecutar la mayoría de los programas de antaño y con soporte de sonido y joystick.

  • 1983: MSX

    Para hacer frente a la impulsión de los IBM PC de la época, varias empresas (entre ellas la de un jovencísimo Bill Gates) lanzaron un proyecto que pretendía ser como el VHS de los ordenadores. Su nombre, MSX, y su tarjeta de presentación, un procesador Z80 de 8 bits a 3,58 MHz, un mínimo de 8 Kbytes de RAM, 32 Kbytes de ROM y tarjeta gráfica de 16 Kbytes y 16 colores. Su popularidad fue más que elevada en Europa y Asia (no así en EE. UU.) debido a su bajo precio y a la calidad de sus títulos, muchos de ellos avalados por la prestigiosa firma Konami, como Antartic Adventure, Arkanoid, Yie Ar Kung Fu, Ping Pong o el magnífico Hyper Sports.
    Gigantes como Sony, Yamaha, Panasonic, Pioneer o Philips sacaron su propia versión de MSX, cuyo software podía comprarse tanto en cartuchos como en cintas o disquetes.
    En 1985 apareció el nuevo MSX 2, con 64 Kbytes de memoria y una tarjeta gráfica capaz de mostrar 256 colores simultáneos.

  • 1984: Sinclair ZX Spectrum

    Tras dos curiosos experimentos que despertaron la atención del público a principios de los ochenta (los modelos ZX 80 y ZX 81 con tan sólo 1 Kbyte de RAM), la compañía comandada por el genio Sir Clive Sinclair dio a luz en 1984 a su ZX Spectrum, que en breve se convertiría en una de las máquinas domésticas más notorias de la década. Sus características técnicas no eran demasiado relevantes (procesador Z80 a 3,5 MHz, 16 o 48 Kbytes de RAM según modelo, 16 Kbytes de ROM, 16 colores y un solo canal de sonido), pero sus múltiples funcionalidades, su bajo precio y en cierto punto la piratería (los programas en cintas de casete hicieron que se disparasen las ventas de las cadenas de música con doble pletina) la llevó al triunfo rápidamente. En total, se llegaron a desarrollar cerca de 20.000 juegos (para hacerse una idea, si se pusieran unos encima de otros, se formaría una torre tan alta como el Empire State), entre los que sobresalen Manic Miner, Atic Atac, Knight Lore, Decathlon, Trapdoor o los españoles Profanation, Sir Fred o Livingstone Supongo.
    La empresa desarrolló numerosos sucesores como el Spectrum + (con mejor teclado), el Spectrum +2 y +3 (con unidad de cinta o cartucho integradas), el Spectrum 128 (con mayor memoria RAM), el QL (con orientaciones más serias) y el PC200 (el único PC de Sinclair), aunque ninguno se mostró a la altura del original.
    Los periféricos construidos para esta propuesta van desde todo tipo de joysticks a impresoras, unidades de cartucho, sintetizadores de voz o lápices ópticos. A modo de curiosidad, el cierre de la firma y su venta a su eterno competidor Amstrad fueron provocados en buena parte por el continuo fracaso de la comercialización de originales inventos como televisores portátiles, relojes de muñeca con radio incorporada y sobre todo el C5, un coche eléctrico unipersonal de tres ruedas.

  • 1984: Amstrad CPC 464

    Animada por el laurel de sus semejantes, Amstrad se sumergió en este segmento con el Amstrad CPC 464. Gobernado por un procesador Z80 a 4 MHz, poseía 64 Kbyte de RAM, 32 de ROM y 16 de VRAM (memoria de video); mostraba 16 colores en pantalla y reproducía sonido con cuatro canales simultáneos. Su fortuna sobrevino, sobre todo por el hecho de ser un equipo que llevaba integrados todos los periféricos: CPU, teclado, lector de cintas y monitor (monocromo o color). Además, sus posibilidades gráficas le convirtieron en el favorito de muchos usuarios al mostrar bastante más colorido que, por ejemplo, el ZX Spectrum (véase clásicos como Dragon’s Lair, Alien 8, Hard Drivin o La Abadía del Crimen), y llegó a vender más de dos millones de unidades.
    A éste le siguieron versiones más avanzadas como el CPC 6128 (con 128 Kbyte de RAM y unidad de disquete), el PCW 8256 (orientado únicamente al proceso de textos) o el PC1512 (el primer PC de Amstrad), lo que derivó en que Amstrad fuese trasladando sus miras a fines cada vez más serios hasta su desaparición.

  • 1985: Nintendo Entertainment System

    Para intentar paliar la crisis que el mundo de los videojuegos sufrió en 1984, Nintendo rediseñó su infantil Famicom para presentar su Nintendo Entertainment System (NES) en 1985, quien fuera la reina de los ochenta.
    Su campaña publicitaria se refería a ella como un «centro de entretenimiento para el hogar». Su renombre se debió en gran parte al hecho de adelantarse tres años en el tiempo a sus más directos competidores y al abundante soporte lúdico que ostentaba, con clásicos inolvidables como Mario Bros, Double Dragon, Ghost’n’Goblins o The Legend of Zelda. También ayudaron sus accesorios, bastante revolucionarios, como una pistola, guante de semi-realidad virtual o el R.O.B., un pequeño robot que interactuaba con los jugadores.

  • 1985: Commodore Amiga

    Commodore quiso renovar su línea de ordenadores lanzando uno de mayor potencia que sirviese para algo más que jugar y así es como nació el Amiga 1000, con una arquitectura distribuida que permitía unos rendimientos excelentes. Contaba con un procesador principal de Motorola a 7 MHz y tres coprocesadores dedicados a tareas específicas (video, audio y gestión de memoria), 512 Kbytes de memoria RAM (ampliables a 9 Mbytes), 256 Kbytes de ROM, hasta 64 colores simultáneos y 4 canales de audio digital. Además, su sistema operativo AmigaDOS era multitarea, similar a Unix pero con un entorno gráfico bastante amigable. Su gran aceptación permitió que la saga continuara con los modelos Amiga 500, Amiga 1200, Amiga 2000 (capaz ya de ejecutar programas MS-DOS), Amiga 3000 y Amiga 4000. Estos últimos nacieron destinados a usarse como estaciones gráficas, dada su potencia y calidad en dicho terreno (permitían 256.000 colores en pantalla).
    Por supuesto, ni qué decir tiene que los videojuegos lanzados para esta plataforma eran gráficamente muy superiores a los de la competencia, pasando a la historia algunos como Shadow of the Beast, Defender of the Crown, Elite y Turrican. Como curiosidad, podemos decir que el interior de la carcasa del Amiga 1000 llevaba las firmas de todos los desarrolladores e incluso la huella del perro de su creador moldeada en plástico.

  • 1986: Master System

    En 1986, tras su experiencia desarrollando para terceros, Sega se decide a lanzar su propio aparato con el nombre de Master System. Lucía un diseño moderno y agresivo, mejores gráficos que los de la competencia y un potente chip de sonido. Esto le permitió llevar a cabo conversiones más que decentes de los originales para recreativas de la época, como After Burner, Golden Axe, Ghouls’n’Ghosts o Out Run, así como comercializar artículos innovadores, como las gafas con cristales LCD para disfrutar en 3D, que fracasaron por no tener buenos juegos que les diesen soporte.
    Fue aquí el comienzo de la feroz competencia entre Sega y Nintendo, que ha durado hasta fines del 2001.

  • 1986: Atari 7800

    Tras el fracaso de la 5200 y para rivalizar con NES, la firma nipona mostró al mundo la Atari 7800, que exhibía mayor potencia de procesadores y mejor calidad gráfica, además de corregir todos los defectos de su antecesora al incluir mandos de control prácticos, resistentes y funcionales.
    Gracias a que también era compatible con los cartuchos y periféricos de Atari 2600, argumentaba contar con una enorme base de software de entretenimiento. Aun así, fue famosa por sus estupendas conversiones de máquinas recreativas, como Commando, Ikari Warriors, Pole Position II o Xevious.

  • 1986: Atari ST

    Paralelamente a sus trabajos en consolas domésticas, Atari también tenía sus miras puestas en el ámbito de los microordenadores. De hecho, su gama ST, compuesta por los modelos 260 ST, 520 ST y 1040ST, se ganó a una buena parte del público de mediados de los ochenta gracias a su avanzada tecnología: procesador Motorola a 8 MHz, 512 Kbytes de memoria RAM (ampliables a 4 Mbytes), paleta gráfica de 512 colores (16 simultáneos) y sobre todo su estupendo chip de sonido Yamaha de tres canales (utilizado por algunos músicos de la época). Además, iba acompañado de una disquetera de 3,5 pulgadas integrada en la CPU junto con la fuente de alimentación. También fue uno de los primeros en los que el sistema operativo se cargaba en RAM por medio de un disquete.
    Entre sus más de 2.100 títulos catalogados, se hallan conversiones como Batman, arcades frenéticos como Xenon 2 o las primeras aventuras gráficas de Lucasfilm, como Zak McKraken o Maniac Mansion.

  • 1987: TurboGrafx-16

    En octubre de 1987, NEC, uno de los gigantes de la electrónica, se lanzaba a la aventura y daba a luz a TurboGrafx-16, que a pesar de su nombre contaba con 8 bits. Internamente, disponía de dos procesadores en su CPU y una tarjeta de video de 16 bits (capaz de mostrar 480 colores simultáneos) que dejaba atrás a sus competidores NES y Master System.
    Debido a temas de licencias en los juegos, no llegó a ser un logro en Europa y EE. UU. (no así en Japón). Por fortuna, eso no quitó para que se realizaran excelentes y coloristas cartuchos, como 1943, Lode Runner, Bomberman, Operation Wolf, Turrican o Street Fighter II. Los complementos también formaron parte importante de la Turbografx, como su ampliación de memoria a 128 Kbytes o el primer lector de CD-ROM destinado al mundo del videojuego doméstico.

  • 1988: Game Boy

    En 1988, tras el éxito de sus mini consolas Game & Watch, Nintendo volvió a arrojarse al terreno de los videojuegos portátiles con su Game Boy, esta vez con cartuchos intercambiables. Las razones de su éxito fueron su pequeño tamaño, su facilidad de uso, la relativa larga duración de las baterías y su precio, no demasiado caro. La simpleza de su procesador (de apenas 1,1 MHz) y su pantalla gráfica monocroma se vieron suplidas por apuestas tan adictivas como Tetris, Super Mario Land, Pokemon o Zelda, que la convirtieron en la herramienta más popular del siglo XX con más de 130 millones de unidades vendidas.
    Además de las decenas de accesorios para ella (lupas, mini-cámaras, impresoras e incluso un sonar marino para pescar), casi diez años después Nintendo lanzó la versión Color (que además duplicaba la velocidad) y la Pocket, con unas dimensiones reducidas a casi la mitad.

  • 1988: Mega Drive

    En 1988, Sega, cansada de no superar en ventas a NES a pesar de tener un producto técnicamente superior, desarrolló Mega Drive (también denominada Genesis en EE. UU.), la que sería la primera consola de 16 bits del mercado. A su diseño futurista, le apoyaba su procesador Motorola 68000 (el mismo que el del Amiga 500) funcionando a 7,67 MHz, un chip gráfico que mostraba 64 colores simultáneos y un excelente y robusto mando de control. Pero fueron desarrollos como Altered Beast, Super Monaco GP2, Strider, Mortal Kombat y, cómo no, Sonic (la mascota de Sega) los que la encumbraron.
    También merecen especial atención sus originales periféricos, como el Mega CD (que permitía ejecutar juegos en CD-ROM), el accesorio 32X (que multiplicaba la potencia gráfica y de proceso) o Activator (un tapete que el usuario pisaba para controlar las aplicaciones), pero ninguno tuvo demasiada aceptación entre el público.

  • 1989: Lynx

    Unos meses después del lanzamiento de Game Boy de Nintendo, Atari contraatacó con Lynx, una máquina portátil que, en su día, era todo un asombro: procesador de 8 bits, chip gráfico de 16 bits, efectos especiales y, lo más relevante, pantalla a color.
    A pesar de que las previsiones eran en principio favorables a Lynx, la escasa oferta de ocio (entre la que se encontraban viejos conocidos como California Games, Lemmings, Pit-Fighter o World Class Soccer), su pobre jugabilidad y el elevado consumo de pilas hicieron fracasar a Atari una vez más. Ni siquiera la versión II o el anuncio de un adaptador para convertirla en un mini-televisor consiguieron relanzarla.

Ver también

En el glosario: ComputadoraConsola (Def. 1)Force feedbackGamepadJoystickRealidad virtualTouchSenseVideojuego.

En videojuegos: Evolución de las consolas de videojuegos (2da entrega).

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