Cualquier PC moderno equipado con un microprocesador relativamente potente es susceptible de sufrir los efectos derivados de las nocivas altas temperaturas. Y es que los «micros», especialmente aquellos cuya frecuencia de trabajo es particularmente elevada y, en consecuencia, disipan una gran cantidad de calor, son las víctimas más evidentes del sobrecalentamiento que muchos ordenadores padecen. Las altas temperaturas son realmente perjudiciales para los microprocesadores. El problema más leve que puede aparecer en estos casos se manifiesta en forma de simples bloqueos y errores del sistema operativo ocasionados por fallos de cálculo cuyo origen se encuentra en las altas temperaturas a las que está siendo sometida la die del «micro».
El enfrentamiento del siglo XX: Kaspárov vs Deep Blue
Desde los años cincuenta, miles de ingenieros, programadores y matemáticos estuvieron diseñando computadoras y todo tipo de software para hallar una aplicación que pudiera superar la imaginación e intuición de un gran maestro de ajedrez. Esta carrera llegó a su meta en 1997, cuando el poderoso ingenio informático de Deep Blue conseguía lo que no había logrado un jugador de carne y hueso: derrotar a Garry Kaspárov —considerado el mejor ajedrecista de todos los tiempos— en un duelo oficial. El proyecto de investigación de IBM que dio lugar a Deep Blue se había puesto en marcha en 1989, paralelamente a la búsqueda de un procesador que pudiera solucionar los problemas matemáticos más complejos, para luego ser trasladados al tablero de ajedrez. Los resultados que obtuvo la empresa estadounidense hicieron temblar las creencias de quienes confiaban en que las capacidades de una máquina nunca podrían superar a las aptitudes humanas.